La sierra de Gredos cuenta con una amplia variedad de setas para observar y degustar. Para poder disfrutar de la gran riqueza micológica en su plenitud, es recomendable hacer una de las famosas rutas micológicas.
Se estima que hay 350 tipos de setas diferentes, algunas catalogadas como excelentes y otras como tóxicas. Entre medias hay desde setas con un alto nivel gastronómico, hasta otras que pueden producir intoxicaciones digestivas o alucinógenas.
La primera lección micológica para la identificación de setas es saber qué analizar. Para distinguir las diferentes variedades es necesario analizar su forma, color, olor e incluso si es posible, sabor.
Entre las distintas variedades que se pueden encontrar por la zona destacan las siguientes:
Boletus edulis, una variedad muy carnosa con un olor y sabor agradable para los sentidos. Esta seta de tamaño mediano – grande sólo se puede encontrar en otoño en robledales, pinares y castañares. Es la más popular y es un excelente comestible.
Suillus bovinus es una variedad de seta que crece en grupos fasciculados. La cutícula es difícilmente separable de la carne, por lo que es poco comestible. La carne es sumamente esponjosa, blanca y de poco olor fúngico. No es recomendable como comestible debido a su gusto, no a su toxicidad.
Russala integra es una seta mediana – grande en tonos ocres con pequeñas manchas color crema. Crece en bosques de coníferas, sobre todo en pinares de montaña. Su sabor es dulce y su olor es afrutado. Es comestible.
Clitocybe cerussata es una seta de pequeño tamaño, gris blanquecina y con un peculiar olor a harina rancia. Es muy frecuente encontrarla bajo todo tipo de árboles, en colonias numerosas. Es sumamente tóxica.
Tricholoma portentosum, de aspecto negruzco, es una seta que aparece cuando el otoño está a punto de finalizar o ya ha finalizado, ya que esta variedad llega a sobrevivir a las heladas. Se puede encontrar en grupo en pinares y diferenciarla por su textura perfecta, olor a harina, color negro y sabor dulce. Es un excelente comestible.
Clitocybe odora, crece en grupos, tiene un característico olor a anís y es de color azul verdoso, aunque con la edad tiende a convertirse en gris. No es comestible por su escasa carne y su sospechosa toxicidad.
Clitocybe nebularis, un tipo de seta en la que predominan el tono crema y el gris en el sombrero, de tamaño mediano – grande, presenta una carne fibrosa y un olor tan característico que hace que se la pueda identificar únicamente a través del sentido del olfato. Es comestible, pero cuidado, puede producir indigestiones en algunas personas.
Tras disfrutar de una jornada micológica en Gredos, podrás regresar a casa con una variedad de setas para degustar, incluso con algún boletus gredulis, la denominación que en Gredos dan popularmente al boletus edulis específico de la zona.
SI NO CONOCES LA SETA, NO LA RECOLECTES.
Queremos describir algunas recomendaciones en el equipo:
· Una cesta de mimbre para que las setas respiren y puedan además soltar sus esporas. Nunca utilizar plástico.
· Una navaja o cuchillo bien afilado.· Un pincel para quitar toda la tierra, insectos, sobras…
· Una lupa, muy interesante para diferenciar pequeños detalles y no llevarnos una mala sorpresa.
· Ropa impermeable por si llueve. Botas y chubasquero mínimo.
· Guía Micológica.
· Mapa, brújula y teléfono móvil con suficiente batería.
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